Violet Gates -Meghann Fahy-, madre soltera y viuda, hace mucho que no tiene citas románticas; sin embargo, decide aceptar una invitación a comer por parte de Henry Campbell -Brandon Sklenar-, en lo que sería su primera incursión en un ámbito que estaba abandonado en su vida luego de la traumática experiencia vivida con su expareja. De hecho, la cinta comienza con un episodio muy violento y luego deriva al oficio de Violet, que consiste en ayudar a personas que han sido abusadas.
Apenas llega al restaurante, Violet comienza a recibir estas “gotas” de un desconocido. Por supuesto, las ignora al comienzo, pero la curiosidad la hace aceptar uno de los envíos y se da cuenta inmediatamente de que está en problemas. La cena con Henry no va bien porque ella no se despega de su teléfono. La excusa es que su hijo está a cargo de su hermana y eso la preocupa enormemente; sin embargo, el pánico de Violet radica en que el misterioso sujeto no solo la tiene totalmente vigilada a ella. También posee el control de su casa y, para dejarla tranquila, debe seguir paso a paso una serie de indicaciones que comprometen directamente a quien acaba de conocer.
El guion escrito por Jillian Jacobs y Christopher Roach acierta en al menos dos ámbitos esenciales. El primero es la dependencia que tenemos de los teléfonos celulares y la necesidad de estar conectados permanentemente. Es cierto, nos facilita enormemente la vida, pero también impone una barrera difícil de romper en ocasiones en que es necesario dejarlos a un lado o apagarlos, pues se requiere conexión personal directa. El segundo aspecto es que el argumento logra sostener la tensión por más de dos tercios del metraje usando muy pocos elementos y en un solo ambiente, es decir, usando solo el restaurante como escenario principal.
Meghann Fahy y Brandon Sklenar logran complementar sus papeles. Ella no esconde su inseguridad, pero quiere avanzar y vencer los miedos que la han perseguido en el último tiempo. Él, sensible y comprensivo, quiere darle espacio; sin embargo, percibe que algo no anda bien, aunque no es capaz de darse cuenta de la gravedad de la situación. Por cierto, hay más personas en la escena y todas son sospechosas. Nosotros mismos vamos pasando de uno a otro, tratando de descubrir quién es responsable del vil chantaje al que está siendo sometida la protagonista.
“Drop”, al que le sumaron “Amenaza Anónima” al título en español, es una película que funciona bien. El director Christopher Landon logra el propósito de traspasarnos el nerviosismo y la tensión con la que Violet enfrenta una situación límite que pone en peligro la vida de su hijo. Ella, aún entre la espada y la pared, no está dispuesta a todo y trata, en todo momento, de encontrar una salida que le permita recuperar el control de la situación. Aunque durante el desarrollo la película se alarga más de lo recomendable, los trepidantes minutos finales, que parecen sacados de otra cinta, entregan esa cuota de acción y adrenalina necesaria para cerrar correctamente un thriller que resulta más interesante de lo que parece.
Ficha técnica
Título original: Drop
Año: 2025
Duración: 100 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Blumhouse Productions, Platinum Dunes, Wild Atlantic Pictures. Distribuidora: Universal Pictures
Género: Thriller. Intriga. Terror
Guion: Jillian Jacobs, Christopher Roach
Música: Bear McCreary
Fotografía: Marc Spicer
Reparto: Meghann Fahy, Brandon Sklenar, Violett Beane, Jeffery Self
Dirección: Christopher Landon
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