Documental que nos lleva a un hogar de ancianos y sus cuidadoras, principalmente nos enfocamos en tres de ellas: Maia, Yenifer y Luciana.
¿Y por qué en estas tres? Porque son transexuales, y esta labor es un desafío en sus vidas.
Burdeo, lila y azul piedra, es el color elegido por cada una en su uniforme para distinguirlas, y los residentes a quienes cuidan del hogar son de la tercera y cuarta edad.
La directora muestra el día a día en sus trabajos, cómo le dan atención a sus residentes escuchándolos, acompañándolos, hermoseándolos cuando lo requieren, dándoles la atención que todo ser humano requiere.
Son todas personas abandonadas, y se acompañan.
También las vemos en sus momentos libres conversando sobre la vida, de su pasado, o que esperan en el futuro. Y sus vidas no son tan diferentes a la gente que se cataloga "normal". Tienen miedos y esperanzas; quién no.
Escuchar las conversaciones, qué es lo que estos "viejos" tienen, nos enternece, de alguna forma, porque ellos tienen tanto que dar. Algunos muy lúcidos dan buenos consejos, otros están algo idos, pero todos tienen el mismo presente: sus familias los han dejado por diversas razones ahí. Sin juzgarlos, ya que cada familia tiene una realidad diferente y estos "viejos" también tienen su pasado. Es el ahora lo que vemos, es el ahora el importante, y ellos se ven bien, porque les ponen atención, los acompañan, los integran.
Porque no hay que morir con dignidad, hay que VIVIR con ella hasta el último suspiro. Y eso lo que estas cuidadoras entregan.
Son dos temas los que esta directora nos presenta, o se pueden dilucidar: los abuelos dejados en un asilo y unas transexuales que decidieron hacer algo humanitario. Tal vez, esta labor las hizo salir de la calle, de la droga, del abuso, de la soledad, de quién sabe qué otras cosas, o simplemente la discriminación las cansó, y tomaron el camino de dar atención y contención a otros.
Dos grupos que son apartados y olvidados se unen, se necesitan y se complementan.
En cuanto a la estética, faltó su cuota más dramática, en el sentido de saber más del abandono, de remecernos como espectadores, o su cuota de humor, y así resaltar aún más la labor que realizan los cuidadores en general, ya que estamos ante una historia necesaria de ver para centrarnos en la realidad y salir de nuestra burbuja. No sabemos si llegaremos a viejos, y si llegamos, querríamos no estar solos; su ritmo fue lineal.
Un interesante trabajo que nos habla de seres humanos y de respeto.
Ficha técnica
Dirección y guion: Martina Matzkin, Gabriela Uassouf
2024. 80 minutos
Argentina.
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