El periodista David Farrier, especializado en buscar en Internet cosas raras y bizarras, se topó con una misteriosa competición de cosquillas online. A medida que se sumergió más en ella, encontró cada vez más una resistencia feroz a investigar, incluyendo insultos, pero nada le detuvo para intentar llegar al fondo de una historia más extraña que la ficción.
David Farrier, buscando su próximo trabajo, encontró una extraña, pero al parecer sana, forma de diversión: se paga a jóvenes para un concurso, quién resiste más a las cosquillas, por lo que muchos jovencitos se inscriben y dinero ganado fácil.
Este era el trabajo periodístico para su próxima nota de rarezas. Y comienza a indagar, hasta que se topa con ciertos problemas.
Al dar con videos y de dónde provenían, comenzaron amenazas de que se alejara, pero, ¿por qué?
¿Por qué algo, supuestamente sano, le estaba siendo complicado averiguar? Más interesante se pone periodísticamente el tema.
Comienza averiguar y llega a EEUU, pero no es bien tratado. Sigue e investiga más, y eso conlleva más amenazas.
Da con un sujeto que realiza el mismo trabajo, contrata a jóvenes, los graba y les paga, pero ellos saben a lo que van. Explica y conversa con uno de sus empleados. Ahora ya tenemos más información.
¿Ya pueden imaginar ahora para donde va esto?
Entonces, no para hasta averiguar de los primeros investigados. Las amenazas persisten, firma una mujer y a veces un hombre, debe averiguar quiénes son para entrevistarlos, pero descubre que no existen.
Entonces, ¿quién amenaza? ¿Quién es el que miente y busca a jóvenes vulnerables, para grabarlos haciéndose cosquillas y venderlo como fetiche sexual?
Interesante trabajo, y que ni en mis sueños ni pesadillas pensé que existía este fetiche. Que si lo hacen abiertamente, como uno de los entrevistados, no es malo, pero cuando pasa a la asquerosa mente de un hombre, creando un submundo de amenazas, vulnerabilidad, codicia, comercio sexual, y creándole a sus víctimas complejos momentos, no da risa.
Las víctimas están con vergüenza, pero hay que tener coraje para denunciar. Y es lo mejor, así se van destapando y condenando a pervertidos que deambulan por la web oscura.
Un trabajo bien editado, bien contado, que da para conversar con los más jóvenes, y personas vulnerables que buscan un dinero fácil que les puede costar la tranquilidad.
Disponible en Cindie, Amazon Prime Premium.
Interesante trabajo, y que ni en mis sueños ni pesadillas pensé que existía este fetiche. Que si lo hacen abiertamente, como uno de los entrevistados, no es malo, pero cuando pasa a la asquerosa mente de un hombre, creando un submundo de amenazas, vulnerabilidad, codicia, comercio sexual, y creándole a sus víctimas complejos momentos, no da risa.
Las víctimas están con vergüenza, pero hay que tener coraje para denunciar. Y es lo mejor, así se van destapando y condenando a pervertidos que deambulan por la web oscura.
Un trabajo bien editado, bien contado, que da para conversar con los más jóvenes, y personas vulnerables que buscan un dinero fácil que les puede costar la tranquilidad.
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Ficha técnica
Título Original: Tickled
2016. 1 hr. 30 minutos
Directores: David Farrier, Dylan Reeve
Géneros: Documental, Thriller, Policial.
Nueva Zelanda.
2016. 1 hr. 30 minutos
Directores: David Farrier, Dylan Reeve
Géneros: Documental, Thriller, Policial.
Nueva Zelanda.
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