Que sepamos, esta joya de 1966 nunca se estrenó en Chile. Tal vez debido a que tenía demasiadas ironías referentes a los orígenes arcaicos europeos.
Para lo lúdico se inspiró en facetas surrealistas de Don Quijote y motivó la saga del Santo Grial de Monty Python (1975).
Fue un nuevo acierto histriónico del genial Mario Monicelli (Los Desconocidos de Siempre - 1958 y La Grande Guerra - 1959) entre tantas, junto a los guionistas Agenore Incrocci y Furio Scarpelli.
En 1970 el mismo equipo hizo una secuela igualmente exitosa con Brancaleone en las Cruzadas.
Vittorio Gassman, como un caballero andante torpe pero sincero, reúne un ejército desvencijado de palurdos: un niño púber, un comerciante judío nonagenario, un bastardo exiliado, un ladrón desaliñado y un aldeano forzudo y torpe. Hasta el corcel de Brancaleone, Acquilante, rebuzna como un asno y es porfiado como mula cuando más lo necesitan.
Luego de hallar una aldea diezmada, y en posesión de una herencia, emprenden viaje rumbo al pequeño territorio de Autocastro para que su líder, Brancaleone, tome posesión del feudo.
Será una larga odisea rutera por los extensos parajes rurales de una Italia medieval. Pasarán por ciudadelas vacías, abandonadas por la peste, y varios puebluchos inmundos y pestilentes.
Brancaloene combatirá a muerte con otro caballero errante - Teofilatto de Leonzi (Gian María Volonté) quien, al ser derrotado por cansancio, se unirá a la banda de desarrapados.
Al margen de lo ameno de la gesta, la inteligencia y el humor de este filme realza dos ingredientes notables: la personalidad pintoresca de cada miembro de la banda, y la novedosa manipulación del lenguaje.
Aparecerán solo tres mujeres, y cada una aportará su toque diferente de erotismo y osadía. Maria Grazia Buccella será la viuda ninfómana, única sobreviviente de la peste. Catherine Spaak será la virginal Matelda rumbo a su boda forzada, Barbara Steele será la astuta Teodora en el reino de Autocastro.
Entre los miembros de la banda, disfrutaremos con la presencia del inolvidable Carlo Pisacane (“Cappanelle”, en Los Desconocidos de Siempre), como el anciano judío Abacuc (“¡come un ladro, sportivo!”).
Y en materia de lenguajes hay una loca mezcla de dialectos y latín antiguo. Un políglota estaría en su salsa. Desde el impecable proto-italiano de Gassman con fuertes influencias latinas-romances (hablado de una manera tan seria que resulta irresistiblemente cómico), hasta la versión judía de Abacuc, pasando por el fuerte acento rústico de los otros personajes.
Además de la atmósfera de la época, capta también la suciedad - física y moral - con indirectas y mucha ironía.
Nominada a la Palma de Oro (mejor película), Festival de Cannes 1966.
Visible en YouTube.
SÁTIRA MEDIEVAL, CON GRANDES ACTORES, QUE DESPUÉS DE 60 AÑOS SIGUE LOZANA, GRACIOSA Y PICARESCA. MUY RECOMENDABLE.
Ficha técnica
Título Original: L´Armata Brancaleone
1966 Sátira caballeresca medieval Italia - Dos horas
Fotografía: Carlo Di Palma
Edición: Ruggero Mastroianni
Música: Carlo Rustichelli
Diseño Prod.: Piero Gherardi
Guion: Agenore Incrocci, Furio Scarpelli, Mario Monicelli
Actores: Vittorio Gassman, Catherine Spaak, Gian Maria Volonté, Carlo Pisacane
Director: Mario Monicelli

No hay comentarios.:
Publicar un comentario