jueves, 4 de septiembre de 2025

El Conjuro: Los últimos ritos - Por Jackie O.

“No estamos solos”


La historia se basa en los hechos reales que habrían ocurrido en casa de la familia Smurl, y en acontecimientos que marcaron a la familia Warren.

La cinta comienza mostrándonos a unos jóvenes Warren quienes están en espera de su hija. Aún así, trabajan en sus complicadas y peligrosas intervenciones. En esta ocasión, casi le cuesta la vida a su hija, y eso marca a este matrimonio, pero no les impide seguir con sus trabajos sobrenaturales, y vemos como su hija Judy arrastra, con los años, una carga muy compleja.

Pasan los años, 1986, y este matrimonio vive una vida retirada del ocultismo, y mientras reciben la noticia del compromiso de su hija, se enteran de la muerte de un gran amigo, y que este estaba viendo un caso que afectaba a la familia Smurl, una familia que vive torturada por sombríos entes que no les dejan vivir.

Es así como Judy Warren va a dicha casa sin avisar a sus padres con el fin de poder ayudar, ya que su naturaleza, al igual que sus padres ,es ayudar, aunque sea escuchándolos. Pero sus padres se enteran y van donde ellos para llevarse a su hija, sin embargo, Lorraine, al entrar a dicho hogar, siente la presencia maligna y saben que no pueden retirarse hasta ayudar a esa familia.

Los hechos se tornan peligrosos, debiendo luchar contra estos malignos espíritus y ver si puedan sacarlos de dicho lugar.

La película tiene la misma tónica a las anteriores: entes malignos y objetos poseídos; los Warren aparecen en el lugar, luchan con el ente y su fin es expulsarlo del lugar, desatándose un mar de situaciones paranormales muy peligrosas.

En este caso, la cinta se siente larga pues tiene un ritmo algo desigual, cuesta que arranque y cuando toma vuelo, vuelve a decaer con situaciones nada importantes, para levantarse nuevamente y dejar todo en la parte final donde está el climax, y nuestra atención se queda pegada en ello. Los efectos visuales son buenos. La banda sonora es buena, pero en momentos demasiado alta.

Las actuaciones son buenas de todos, la química es innegable entre todos los partícipes. La puesta en escena es la correcta, saben ambientar épocas pasadas. Buen maquillaje y vestuario. La fotografía estuvo más o menos, con algunos momentos mal iluminados.

Falla solo en la edición, al tener un ritmo desigual como ya señalé, dejando casi en segundo plano el conflicto sobrenatural principal.

La dirección estuvo más o menos. Se desvía, por momentos, de la incomodidad que debe darnos el género del terror, no trayéndonos nada novedoso.

Pero los Warren nacieron para quedarse en la pantalla, y aunque esta es su despedida, creo que tendremos más saga del conjuro, de alguna forma, pues hay mucho más que contar.

Los Warren nos mostraron una familia unida, llena de fe y también estuvo la desesperanza en momentos, como cualquier humano, pero con capacidad de querer ayudar a otros.

Encontraremos cameos de otras cintas y de algunos de los creadores de la saga, intervenciones nada forzadas y que se sienten íntimas al querer despedir esta saga.

Hay una escena post créditos, que más bien es una explicación de lo que fue parte de la película.

Ficha técnica

The Conjuring: Last Rites.
Dirección: Michael Chaves
Guion: David Leslie Johnson y Ian B. Goldberg
Música: Benjamin Wallfisch
Reparto
Vera Farmiga: Lorraine Warren
Patrick Wilson: Ed Warren
Shannon Kook: Drew Thomas
Mia Tomlinson: Judy Warren
Ben Hardy: Tony Spera
Steve Coulter: Padre Gordon
135 minutos. 2025

Anora - Por Ana Josefa Silva

Desde el viernes 5 en @hbomaxcl

¡Asombrosa de principio a fin!

Una tragicomedia en tres tiempos, directa y sorprendente, y a fin de cuentas, estremecedoramente humana.

Los primeros planos de los cuerpos de las prostitutas atendiendo clientes y luego circulando por su night club, entre luces oblicuas, sombras, salones, pasillos y puertas, se suceden con la intensidad de la música que las acompaña, en un montaje urgente que no da respiro al espectador.

Sin preludio alguno, Sean Baker nos zambulle en ese ambiente nocturno, brillante y sórdido, que es donde se desenvuelve con naturalidad su protagonista, Ani/Anora (Mikey Madison). Ella es joven, pero la naturalidad con que se maneja da cuenta que es parte del staff desde hace su tiempo.

De madrugada, el metro neoyorkino la llevará al estrecho apartamento que comparte con una pareja y por sobre el cual circulan los trenes.

Una noche de trabajo, tan activa como todas, le piden que atienda a un joven ruso porque Ani habla el idioma. De ahí en adelante Iván/Vania (Mark Eidelshtein) y Ani se sumergen en un verdadero loop de sexo, fiestas, drogas, reventones, cuando él la invita a su lujosa y custodiada mansión.

Entre juerga y juerga, Iván, que no es más que un adolescente malcriado, se aplica a sus videogames, mientras el personal doméstico limpia los desmanes de la noche anterior (cualquiera de ellas). Hasta que el grupete bullicioso decide partir a Las Vegas, donde por cierto hay una super suite de un super hotel que le “pertenece” a Ivan. El frenesí continúa y en medio de ello, Vania y Ani se casan en esas mini capillas sobredecoradas de Las Vegas. A él le parece genial convertirse en norteamericano y así no tener que volver a Rusia a trabajar en las empresas de su multimillonario padre, como su progenitor lo ha dispuesto.

El alto voltaje de esta euforia maníaca de esta primera parte empieza a frenarse cuando quienes custodian en EE.UU. al irresponsable de Vania suben las alertas, que terminará con los padres del chico viajando en su avión privado a Nueva York.

La irrupción de los rusos (algunos son armenios) instala otra atmósfera, tan frenética como la anterior pero en otros tonos. Primero, los vigilantes (ojo con Igor, interpretado por Yura Borisov); luego, el peculiar sacerdote ortodoxo, Toros, y la huida a perderse de Iván, ese “mocoso que no quiere crecer”.

Esto desatará una singular y tragicómica cacería nocturna por las gélidas calles de Nueva York, con Ani de pasajera obligada pero jamás sometida, y luego de guía. La violencia, que claro se desata, termina siendo directamente padecida por ellos, a manos de la indomable Ani. Porque estos vigilantes/guardaespaldas tienen mucho de niñeras. Y sus reacciones frente a las consecuencias de tratar de “domar” a la furiosa Ani son francamente jocosas.

El humor negro emerge desatado: los personajes de este genial segmento conforman una trouppe imposible, creando, en su peregrinar, situaciones cómicas, tiernas y violentas, todo a la vez. Y es que cada uno de ellos es un ser humano, no un extra, que recorren lugares a donde solo Ani puede conducirlos, aunque sea de mala gana.

Hay secuencias inolvidables, como aquella en el juzgado de Nueva York, y luego ya todos juntos en esa oficina de Las Vegas.

El cierre es memorable y estremecedor. Sean Baker sabe crear personajes complejos y Ani es uno de ellos. La mujer incombustible, dura, no es más que una chica que había aprendido a mantener sus sentimientos y emociones bajo hielo. Un hielo que puede quebrarse bajo la nieve de Nueva York.

Cinco premios Oscar 2025: Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guion Original, Mejor Actriz (Mikey Madison), Edición (Sean Baker).

Ficha técnica

Anora
Dirección y guion: Sean Baker
Mikey Madison como Ani, Mark Eydelshteyn como Ivñan, Yuriy Borisov como Igor. Karren Karagulian como Toros, Vache Tovmasyan como Garnick, Ivy Wolk como Crystal, Alena Gurevich como Clara.
EE.UU.,2024
Duración: 138 minutos

miércoles, 3 de septiembre de 2025

Lilo y Stitch - Por Ana Josefa Silva

Desde el 3 de septiembre en @disneyplusla

Versión live action de la ¡encantadora! película animada de 2002.

En la historia de esta nueva versión hay ciertos cambios —pocos— pero conserva toda la frescura, agilidad, humor y ese enternecedor drama familiar que hay de fondo.

Para quienes somos reticentes a las reversiones live action, más aún si ¡amamos la original!, en este caso contribuye mucho que el escenario sea esa maravilla que es Hawai y su mar. ¡El real, obvio!

Porque la película se filmó en la isla Oahu y el pequeño pueblo del mismo nombre, en Haleiwa.

Lilo (Maia Kealoha), esa pequeña que escucha a Elvis Presley, de imaginación extravagante y un modo de vivir en que prima lo que su impulso le dicte, no encaja en parte alguna. Es la “rara” para sus compañeros de escuela y claro, un dolor de cabeza para su joven hermana, Nani (Sydney Agudong), quien está a cargo de ella, de la casa y por cierto de trabajar porque son huérfanas. La “amenaza” de que los Servicios Sociales se lleven a Lilo es permanente y real. Peor cuando a Lilo se le ocurre adoptar a un extraño ser de color azul, un “producto” extraterrestre fabricado por su creador para hacer maldades.

Algo así como el espejo de Lilo.

Una divertida película repleta de aventuras, ideal para conversar con los peques de la casa sobre la familia, la importancia del afecto, la unidad, las amistades que nos rodean y cuán necesario es saber entender que los demás son distintos a uno y que por eso, para convivir, hay que saber entenderse.

Ficha técnica

Lilo & Stitch
Dirección: Dean Fleischer-Camp
Guion: Chris Kekaniokalani Bright, Mike Van Waes.
EE.UU., 2025
Duración: 108 minutos