¿Fin de la saga? Difícil. Aunque se anuncie como el último capítulo, concluir una serie de películas tan exitosas en taquilla resulta complicado. Menos aún con el vistoso cartel de “basada en hechos reales”. Por eso, permítanme dudarlo y observar esta nueva historia como una bisagra, algo así como un puente hacia más derivadas que acrecienten el misterio y la fama de estos investigadores de fenómenos paranormales.
Corre el año 1986. Ed y Lorraine Warren, ya retirados, se dedican a dar conferencias sobre sus casos. Su hija Judy está de novia, a punto de casarse, cuando un evento los pilla desprevenidos. Una antigua presencia vuelve a rondar muy cerca. No directamente, claro, sino a través del sacerdote con el que los esposos han desarrollado la mayoría de los casos. Un trágico acontecimiento desencadena todo. Judy conecta el hecho con la familia Smurl y nos remontamos a los inicios, a 1964, cuando ella nació. Un espejo parece ser la clave. Entendemos el inicio de la cinta. La lucha contra el maligno promete una batalla sin cuartel.
Anunciada como “Los últimos ritos”, esta cuarta parte de “El Conjuro”, pero novena entrega de su universo, pone en pantalla a sus ya emblemáticos protagonistas. Vera Farmiga y Patrick Wilson conocen sus papeles a la perfección y los dotan de natural credibilidad, incluso en las secuencias más extrañas. La incorporación de nuevos personajes aporta frescura, sin embargo, el peso del relato siempre es llevado por los actores principales.
La dinámica de esta nueva cinta es similar a todas las anteriores. Dirigida por Michael Chaves, pocas sorpresas podemos esperar desde el punto de vista de la construcción formal. Es cierto que remontarse al nacimiento de Judy en el inicio es un acierto y tal vez descoloca un poco, pero muy pronto la película se enriela en aquello que maneja muy bien: hechos, situaciones, misteriosas apariciones, movimientos inesperados, confusiones, oscuridad y un buen número de golpes de efecto que quieren mantenernos siempre alerta.
Descontando su excelente calidad de producción, esta secuela no deslumbra pero tampoco defrauda. Termino medio, dirán algunos; ni fu ni fa, dirán otros. Por eso, tal vez, no se siente conclusiva. Además, ¿por qué matar la gallina de los huevos de oro si aún quedan historias y el fuego parece no extinguirse? Aunque queden unas pocas brasas, no importa. Vale la pena seguir, no solo porque los fans responden, sino que también la expectativa y la recaudación van en sintonía.
Hay “Conjuro” para rato, creo yo, tal vez en formatos diferentes y con otras caras juveniles. Más que mal, lo que se refiere a fenómenos paranormales es atractivo y adquiere un halo especial si las historias provienen de un pareja referente, como los Warren.
¡Ah! No se vayan al final. Hay una escena postcréditos. Yo salí antes y me la perdí, aunque tuve la suerte de que después me la contaron. Lo advierto para que no les pase, aunque la espera sea más inquietante que la propia escena.
Ficha técnica
Título original: The Conjuring: Last Rites
Año: 2025
Duración: 135 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: New Line Cinema, Atomic Monster, The Safran Company, Warner Bros.. Productor: James Wan. Distribuidora: Warner Bros.
Género: Terror. Thriller | Sobrenatural. Años 80. Secuela
Guion: Ian Goldberg, Richard Naing, David Johnson
Música: Benjamin Wallfisch
Fotografía: Eli Born
Reparto: Vera Farmiga, Patrick Wilson, Mia Tomlinson, Ben Hardy
Dirección: Michael Chaves
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