“De Paganini a Los Ángeles Negros”
El reconocimiento de la mejor longaniza. ¡Qué difícil! Cuando todas son tan buenas, en especial las de la zona centro sur de Chile, entorno al Río Ñuble que separa naturalmente San Carlos de Chillán, la capital regional. Reconozco que en mi inconsciente tengo incorporado que las longanizas emblemáticas son de Chillán, por lo que esta película me aporta algo que no estaba en mis libros. Vamos al lío.
La historia que presenta “Denominación de Origen” gira en torno a la cruzada por lograr el reconocimiento de producir la “Mejor longaniza de Chile”. Se trata de cuatro personas decididas a dar la pelea y recuperar el título que Chillán les ha quitado. El surgimiento de un movimiento social (MSPLSC) por la causa, más una serie de aventuras y desventuras, constituyen el foco de un trabajo que tiene formato de documental pero es una ficción inspirada en un hecho real: un concurso en que ganó el producto elaborado por el CET (Centro de Estudio y Trabajo de Gendarmería de Chile) de San Carlos, cuyo premio les fue arrebatado debido a una cláusula especial en la letra chica de las bases.
Tomás Alzamora Muñoz, nacido en San Carlos en el año 1989, filma un guion de su autoría, junto a Javier Salinas, utilizando actores no profesionales de la zona. Luego de un casting masivo, los seleccionados son parte de una construcción que va paso a paso, escena por escena, ensayo tras ensayo, sin que necesariamente los participantes accedan al guion completo. Este formato abre las posibilidades de improvisación y añade ese toque de registro “documental” ya que, en palabras de Alzamora, “estos elencos ciudadanos superan cualquier cosa que pueda imaginar como guionista”.
Ligera y con humor constante, pero aún así abordando temas de fondo, la cinta se enfoca en la centralización, las dificultades del desarrollo fuera de la capital de Chile y también en un modelo que se repite a nivel regional. Es cierto que las risas abundan pero también hay momentos para el abatimiento y la reflexión. Las comunidades y su capacidad de organización, sumado a la presencia de líderes naturales, chocan de frente con las precariedades cotidianas, la ausencia de financiamiento, y la dificultad de encarar los problemas comunes como un grupo cohesionado y no como satélites personales e individualistas.
Interesante trabajo de Tomás Alzamora Muñoz. Con un claro arco narrativo y un buen uso del ritmo, “Denominación de Origen” fluye bien y casi no se notan sus 86 minutos de duración. Es cierto que hay muchas caricaturas y que a un espectador desprevenido el formato podría causarle alguna confusión entre realidad y ficción, pero estos no son temas que afecten el desarrollo de la película. Al contrario, se siente fresca y natural, y ese es un mérito indudable.
Atención a la banda sonora, que justifica el título de estas líneas y podría resumirse así: Del “Capricho No. 1” a “Y Volveré”.
Ficha Técnica
Título: Denominación de origen
Año: 2024
País: Chile
Duración: 86 minutos
Guion: Tomás Alzamora Muñoz, Javier Salinas
Casa productora: Equeco
Distribuidora: Storyboard Media
Producción: Pablo Calisto
Dirección de fotografía: Sergio Armstrong
Montaje: Valeria Hernández, Nicolás Venegas, Tomás Alzamora Muñoz
Dirección de arte: Nicolás Oyarce
Sonido: Peter Rosenthal
Música: Martín Schlotfeldt
Elenco: Luisa Maraboli, Exequías Inostroza, Roberto Betancourt, Alexis Marín
Dirección: Tomás Alzamora Muñoz
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