jueves, 24 de abril de 2025

La Leyenda de Ochi - Por Jackie O.

“Convivir y respetar”


La película cuenta la historia de Yuri, una joven que vive en una aldea apartada de la ciudad y teme a los “Ochi”, seres solitarios que habitan el bosque. Pero tras encontrar un bebé Ochi abandonado, Yuri decide embarcarse en una aventura para devolverlo a su familia.

Yuri vive con su padre y un adolescente adoptado por él, y rodeada de otros siete muchachitos que sirven de soldaditos de su loco padre, quien cuenta historias terribles de unos seres que viven en lo alto del bosque. Su padre los odia, sale de cacería con su hija y estos soldaditos cada vez que puede, está loco, su fanatismo, entre religioso y guerrero, lo lleva por la divagación enfermiza. Y en una de esas cacerías destruye parte de la naturaleza, una abominación que nos hace pensar que el ser humano es el mayor depredador.

En dicha cacería, la joven Yuri se topa con un bebé Ochi y entre el natural temor hacía ese ser y el deber que nace de su corazón, lo salva y decide llevarlo a su hogar.

Al enterarse su padre de que algo pasa con su hija, señala que fue raptada para así azuzar a sus pequeños guerrilleros e ir tras ella, desatándose una aventura entre el odio del padre y el amor que nace de la joven hacia la naturaleza.

Una hermosa cinta de fantasía pero que me cuesta recomendarla a infantes, ya que tiene tintes oscuros e inquietantes en momentos, por lo que va dirigida más a preadolescentes que puedan entender, junto a sus padres, la magia que conlleva esa oscuridad en ciertas situaciones.

Esta historia me transportó a las viejas cintas ochenteras donde se contaban muchos cuentos con seres de fantasía, como ET, Los Goonies, o La historia sin fin, que, existiendo seres extraños, aún así, nos evocaban cierta ternura por la narrativa.

La banda sonora empleada es momentos es densa, siniestra tal vez, pero acorde.

El guion es simple, lento para contarnos una bonita historia, donde la espera para su final valió la pena. Eso sí, no desarrolla a los personajes secundarios, ya que el hecho que vemos se efectúa en pocos días y nos enfocamos solo en los protagonistas. Tal vez nos preguntemos por qué estos menores acompañan al sujeto loco, pero en realidad no es tan importante, ya que algo nos cuenta y es suficiente, no necesitamos más, entre otras preguntas que puedan salir al paso.

Primer Largometraje del director y va bien encaminado. Destaco su creatividad visual que lo caracteriza en sus trabajos. Se aprovechó estancias naturales y se jugó mucho con los efectos prácticos que realmente son maravillosos y dan una gran lección de que no todo debe ser digitalmente. Se utilizan efectos prácticos como títeres, animatrónica, también animación por computadora y matte painting (creación de fondos). La criatura principal, Ochi, es una marioneta operada por siete actores.

El rodaje comenzó en Rumania. Algunas escenas de la película se rodaron en Transilvania, en las montañas Apuseni, en el lago Bâlea y en la carretera Transfăgărășan.

Los protagonistas, padre e hija, ya conocidos en trabajos anteriores, proyectan mucho en sus movimientos sin si quiera, a veces, tener que hablar. Un profesionalismo que encanta. Buen elenco en general.

Cinta sobre el cuidado de la naturaleza, no invadir espacios. De aceptar, o entender a quienes son diferentes. De perdonar y perdonarse.

Ficha técnica

The Legend of Ochi
Director y guionista: Isaiah Saxon
EEUU. 96 minutos.
Música: David Longstreth
Fotografía: Evan Prosofsky
Protagonistas: Helena Zengel, Finn Wolfhard, Emily Watson, Willem Dafoe

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